LOBULOPLASTIA

El uso de aretes muy pesados, enredarse con uno de ellos y halarlo involuntariamente, utilizar expansiones y muchas causas más, generan una ruptura del pequeño orificio de la oreja, ocasionando irritación, inflamación, dolor e incluso en algunos casos puede haber infección. Sobre todo para las mujeres, suele ser molesta esta situación pues impide que puedan ponerse aretes o porque su aspecto no es agradable.

Gracias a la Lobuloplastia o cirugía para reconstruir el lóbulo es posible corregir y recuperar la forma original de esta área. Es un procedimiento ambulatorio que se realiza con anestesia local y dura solamente 20 minutos. Consiste en activar el tejido cicatriz al de los bordes desgarrados mediante fricción con una lija quirúrgica especial para finalmente unirlos. En algunos pacientes es necesario además, dar contorno al lóbulo de acuerdo al tamaño y dimensión de la oreja para devolverle su apariencia natural.

Esta cirugía no requiere incapacidad sin embargo, es indispensable tener unos cuidados posteriores según las indicaciones, que permitirán tener una buena recuperación y lograr los mejores resultados posibles. Se recomienda tomar rigurosamente el antibiótico y el analgésico por los primeros. Pasado un mes, es posible usar aretes nuevamente, evitando aquellos que sean pesados o demasiado grandes pues los tejidos se tornan un poco débiles.

Las suturas realizadas en la lobuloplastia son recubiertas por cinta médica o micropore que deben utilizarse durante la primera semana. Por supuesto, la cicatriz es casi imperceptible. Después de 2 días de posoperatorio el paciente debe asistir al primero control para observar la evolución de la operación. Luego, entre el quinto y octavo día se retiran los puntos.

Aunque este es un proceso sencillo, recuerde que si desea realizarse una lobuloplastia o cualquier otra intervención quirúrgica, es de vital importancia elegir un profesional idóneo que este certificado por la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica.